Obits es la banda neoyorkina de uno de los mejores músicos de los últimos veinte años, y ese no es otro que Rick Froberg (Los Ángeles, 1968). Creó bandas en los noventa como Drive Like Jehu y en la década del 2000 como Hot Snakes, bandas poco conocidas pero pura energía rock con recuerdos de todo el legado underground de las décadas doradas del rock. Me da un poco de vergüenza decir cosas como esas de que Rick Froberg es uno de los mejores músicos de las dos últimas décadas, temo pecar de snob valorando de ese modo a quien es tan poco conocido por el gran público. Pero, es lo que hay, cualquier amante del rock que se quite de prejuicios, que no mire en qué festivales han tocado, cuántos discos han vendido, y simplemente escuche intentando disfrutar, puede llegar a la conclusión que he llegado yo y gran parte de la crítica que no depende de multinacionales.
De las bandas anteriores de Rick Froberg, especialmente Hot Snakes, ya daremos cuenta en este sitio, porque dieron lugar a algunas de las canciones que más nos gustan de lo que llevamos de siglo. Pero Obits, el nuevo proyecto desde el 2009 de Rick Froberg, ha sacado el segundo disco en marzo de este 2011, y merece la pena reseñar alguno de sus temas, porque sigue dando clases a rockeros indies blanditos que aspiran a pelotazos desde el primer EP. La lección primera es que si no sabes crear algo nuevo, al menos escucha música, empápate de décadas de rock and roll, y sintetiza toda esa sabiduría en algo que no será nuevo, pero sí bueno. La segunda lección es que si tu música quiere dar la sensación de expresar algo intenso, debes cantar intensamente (y saber cantar), y deja las poses fáciles si quieres llegar a personas mayores de 16 años. La tercera lección es que, independientemente del aforo, debes llevar tu música a todos los lugares que puedas, porque ser rockero es una profesión artística pero también artesana, no una pasarela de flashes. Podría seguir citando lecciones que creo que Obits y algunas otras bandas compuestas por músicos veteranos y olvidados darían a los embriones de estrellas del rock de hoy, pero respecto a la tercera debo incidir en que esta banda presentó su nuevo disco en España en algunas salas humildes de muy pequeño aforo, lo cual me parece un lujo para esas ciudades y un acto de humildad y honestidad de Rick Froberg, que muy probablemente podría vivir bien de la música centrándose a tocar en locales más amplios de Estados Unidos, Canadá y grandes ciudades europeas. A veces lo mejor sigue sonando en locales pequeños, y no es uno de los mandamientos gafapastas.
El segundo álbum se titula con guasa crítica “Moody, Standard and Poor”, cambiando ligeramente el nombre de una conocida agencia de calificación de deuda, tan tristemente famosa. Continúa en la senda del garage punk-rock-surf, y sin ser tan brutal como los discos de Hot Snakes, sirve para disfrutar de buen rock asegurado. Sigue teniendo su toque AC/DC y sigue teniendo su toque pre punk tipo Stooges. Está editado por Sub Pop, una discográfica independiente de gran prestigio que descubrió, por ejemplo… a Nirvana. Y del disco escojo “You Gotta Lose”, el primer corte, muy característico del disco, con un vídeo prácticamente artesano, y que trata de uno de los míticos temas del rock; saber perder, prepararse para perder, ser un perdedor digno, quién sabe si un perdedor orgulloso de haber perdido en vez de ganar, si para ello hay que competir en la carrera de ratas que citaban los Editors.
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