He esperado a verlos por fin en directo para escribir y poner algo sobre ellos, siendo los suecos una de mis bandas de este siglo favoritas. Su último disco, “Give me fire” (2009) suponía un cambio hacia algo más electrónico, cuando ellos habían sido fieles al garage sesentero y guitarrero más antimoderno para lo que se estilaba cuando comenzaron a finales del siglo pasado. En directo cumplen con las expectativas de una banda muy consagrada. Más elegantes de lo esperado y al mismo tiempo muy vitalistas, pero ni tan eléctricos como en sus inicios ni tan potencialmente dance como me los esperaba. Acompañados por un piano, el cual le roba protagonismo a las guitarras, y de un cuarteto de cuerda. Hasta en cierta manera un tanto íntimos en la decoración, con grandes cortinas rojas y lámparas clásicas. Muy melódicos, eso sí, quizá su mejor seña de identidad. Porque, si algo hace de Mando Diao una banda que puede gustar a mucha gente es que sabe hacer canciones con melodías redondas. A muchos grupos parece que se les ha olvidado eso, otros no pueden hacerlo. Mando Diao tiene muchas canciones basadas en melodías que permanecerán por siempre. Así consiguen otra cosa que es difícil de encontrar hoy en día; que sin saber por qué, y sin ver en directo a alguien que pasa de los 60 años, a uno le entre nostalgia… Sin más… nostalgia de tampoco sé muy bien qué.
Y además, para los angloparlantes, parece que otra de sus señas de identidad son sus letras, con muchos dobles sentidos, giros, historias estrambóticas, sentimiento, amor-desamor y también rabia. Una letra de rock puede ser la excusa para lanzar proclamas, para oír como suena el cantante o para completar una obra de arte de la que es parte fundamental, y Mando Diao lo saben bien. Por cierto, Mando Diao… nombre sin significado cuyo origen proviene de lo que uno de sus componentes gritaba en un sueño… Surrealista, como algunas de las historias que cantan, desde la historia de una fan española hasta la de un terrorista yihadista que cuenta sus planes extasiado tras un concierto.
“You Can´t Steal My Love” es un tema de su segundo disco “Hurricane Bar” (2005) y refleja a los primeros Mando Diao. La letra la escribió Gustaf Norén (Börlange, Suecia, 1981), cantante y guitarrista en la canción, y relata una historia de amor. Casi todas las canciones que relatan historias de amor hablan con nostalgia de ese amor que se ha ido o hablan con ilusión de ese amor que acaba de aparecer (esas son las más ponzoñosas). “You Can´t Steal My Love” es diferente; es la propia historia de amor de Gustaf con Pernilla, su novia adolescente y actual esposa. Cuenta cómo se conocieron en una biblioteca y cómo crecieron juntos frente a todo y frente a todos. Cómo su amor fue una tabla de salvación en medio de un mundo hostil. Para mí es una canción más de rabia y afirmación que de simple amor. Como si dijera… “estamos juntos, jodeos”. De ahí el título… “No podéis robar mi amor”. Las claves musicales Mando Diao aparecen ahí; el riff de guitarra inicial, la melodía, los cambios de ritmo, lo dulce y lo rockero… Para mí un clásico del siglo XXI.
(Hay una versión corta, la del vídeo, en la que la estrofa del “Sr.Importante” no aparece. Y otra, de cinco minutos, que es completa y que aún me gusta más.)
Estaba paseando por la calle
con mis ca-ca-cadenas
atadas a los pies.
Me apoyé en vez de bailotear por la acera
y ahora esta calle cuenta el mismo viejo y aburrido cuento
que ha fallado en tantos estilos de vida.
Para confiar en sus historias
tienes que ser tan aburrido como ellos.
Y con todo el amor que tenía aquí dentro
os lo habéis cargado
A vosotros, palurdos, ni os importa.
El amor que tenía guardado
lo violasteis para obtener más
Y todos los sueños que tuve
Y todos los sueños que tuve
simplemente los habéis robado.
A vosotros, palurdos, ni siquiera os importa.
Pero los sueños que tenía con ella
Pero los sueños que tenía con ella
no los podéis tocar,
mi dorada mano
porque están protegidos por tus promesas
¡¡¡sí, sí, sí!!!
La conocí en una sala abarrotada
donde las estanterías te ayudan
mi dorada mano
porque están protegidos por tus promesas
¡¡¡sí, sí, sí!!!
La conocí en una sala abarrotada
donde las estanterías te ayudan
y la sabiduría toma tu mano.
Observé su belleza desde un sillón
dije "Ey, chica, has visto esa película
de aquellos chicos de los ochenta, en Nueva York?
Oh, ya la has visto?... Bueno, puedo verla contigo de todos modos?"
Y con todo el amor que tenía aquí dentro
os lo habéis cargado
A vosotros, palurdos, ni os importa.
El amor que tenía guardado
Observé su belleza desde un sillón
dije "Ey, chica, has visto esa película
de aquellos chicos de los ochenta, en Nueva York?
Oh, ya la has visto?... Bueno, puedo verla contigo de todos modos?"
Y con todo el amor que tenía aquí dentro
os lo habéis cargado
A vosotros, palurdos, ni os importa.
El amor que tenía guardado
lo violasteis para obtener más
Y todos los sueños que tuve
Y todos los sueños que tuve
simplemente los habéis robado.
A vosotros, palurdos, ni siquiera os importa.
Pero los sueños que tenía con ella
Pero los sueños que tenía con ella
no los podéis tocar,
mi dorada mano
porque están protegidos por tus promesas
¡¡¡sí, sí, sí!!!
Felicidades, señor Importante
salvador, traidor,
maloliente maestro de confianzas.
Cómo te sienta montar en todos esos caballos?
No puedes tocar nuestros corazones
cuando estamos en flor.
Creo que les convenceremos de nuevo
no nos ocultaremos,
no sentirás nada,
te lo prometo.
Y todo el amor que tenemos almacenado
¡no lo podéis matar, palurdos!
Lo ganamos todo.
Y el amor que tengo por ella
no lo podéis tocar,
mi mano dorada,
porque está vigilado
mi dorada mano
porque están protegidos por tus promesas
¡¡¡sí, sí, sí!!!
Felicidades, señor Importante
salvador, traidor,
maloliente maestro de confianzas.
Cómo te sienta montar en todos esos caballos?
No puedes tocar nuestros corazones
cuando estamos en flor.
Creo que les convenceremos de nuevo
no nos ocultaremos,
no sentirás nada,
te lo prometo.
Y todo el amor que tenemos almacenado
¡no lo podéis matar, palurdos!
Lo ganamos todo.
Y el amor que tengo por ella
no lo podéis tocar,
mi mano dorada,
porque está vigilado
por vuestras obscenas promesas.
Y con todo el amor que tenía aquí dentro
os lo habéis cargado
A vosotros, palurdos, ni os importa.
El amor que tenía guardado
Y con todo el amor que tenía aquí dentro
os lo habéis cargado
A vosotros, palurdos, ni os importa.
El amor que tenía guardado
lo violasteis para obtener más
Y todos los sueños que tuve
Y todos los sueños que tuve
simplemente los habéis robado.
A vosotros, palurdos, ni siquiera os importa.
Pero los sueños que tenía con ella
Pero los sueños que tenía con ella
no los podéis tocar,
mi dorada mano
porque están protegidos por tus promesas
¡¡¡sí, sí, sí!!!
Cariño, te quiero,
mi dorada mano
porque están protegidos por tus promesas
¡¡¡sí, sí, sí!!!
Cariño, te quiero,
como cae el verano
y se arrastra el invierno
y se arrastra el invierno
estás por encima y más allá de mí.
Cariño, te quiero,
Cariño, te quiero,
como cae el verano
y el invierno se arrastra
estás por encima y más allá de mí.y el invierno se arrastra
Cariño, te quiero, como cae el verano
y el invierno se arrastra tú estás por encima y más allá de mí
Página oficial de Mando Diao
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