Krakovia eran demasiado originales y divertidos. No cantaban como Jota de Los Planetas; no tenían pinta de ser jóvenes viejos formados académicamente; tampoco tenían pinta de ser pusilánimes ni políticamente correctos; yo diría que no madrugaban demasiado y que hasta fumaban... No eran nada concreto y eran muchas cosas, rock, punk, electrónica, glam... En definitiva, plasmaban estéticamente lo que es la indecencia, la noche, la impudicia, el lado seductor de lo prohibido. Lo divertido y lo prohibido. El placer y el peligro. Demasiado intenso para durar, quizás, porque lo cierto es Krakovia duraron un disco, “Road Movie” (2008). “We´re born in your city” fue su single de presentación que desde luego, no dejaba indiferente.
¿Una pose quizás? Pues probablemente sí, el París o Berlín de entreguerras son escenarios muy alejados del mundo gris de hoy como para poder llevar a la práctica un estilo de vida tan heterodoxo. El siglo XXI no deja de ser en el fondo muy conservador. Pero la música y el arte en general son paréntesis de belleza en un mundo feo; pequeñas dosis de mentiras que te las quieres creer. Así que bienvenida sea su pose porque su vida no me interesa y si lo auténtico encima de un escenario, su música, su concepto. Los conciertos de Krakovia por lo visto sí que fueron auténticos y su concepto se entiende muy bien y se disfruta en el vídeo de “We´re Born in Your City”, compendio de imágenes de la noche, la sensualidad, la ansiedad, la tentación, con un toque desconcertante y sucio.
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