"Me dices que sólo perdura el dinero. Me dices que sólo es sincero el sexo roto y no el amor. Te ríes con tu boquita de puta. Amigo, deberías estar en un campo de reeducación." (Pablo Und Destruktion, "Limonov")

4 dic 2012

LOS PUNSETES, “Maricas”, Tristeza bizarra (2008)


 
Los Punsetes siempre se dedicaron a meter el dedo en el ojo. Son como los Pepito Grillo de una cosa entre el pop y el punk (se puede, por poder, se puede casi de todo) que tocaban canciones como el “Bar del Tanario” o “Tráfico de órganos de la Iglesia”, y que cantaban cosas como “no soporto tu amor, me hace peor persona, no soporto los besos que me das a todas horas”; o “tú eres de los que miran en los accidentes, te gusta ver el cuerpo descompuesto de la gente”. Todo ello unido un aire indie demasiado suave para los que buscan letras en las que vomitar, pero a la vez demasiado sucios (musicalmente cada disco más) como para gustar a muchos gafapastas felices. Lo (aparentemente) políticamente incorrecto puede vender, mientras ataque a enemigos comunes que  ya todos odiamos como las injusticias sociales, los dirigentes políticos, el abuso de poder o la corrupción. Pero cuando se meten con la mugre de la cotidianeidad de cualquier españolito de a pie, cuando el aludido puedes ser tú, la cosa cambia. Pasa de ser un grupo rebelde a un grupo tocapelotas. Por eso me gustan especialmente. Sin embargo, un día hicieron una canción en la que sin renunciar para su estilo, ellos, tan mordaces, satíricos, que se meaban en todas las convenciones sociales, ellos… parece que hacen simplemente una canción de rendición. Sin matices.

 
Quiero morirme en una discoteca llena de maricas”, así comienza “Maricas”, la mejor canción de su disco debut homónimo, del 2008. La canción desgrana una serie de imágenes entre patéticas, poéticas, provocadoras… que sirvan como marco para un final. Pero esta vez, aunque se quieran cantar “canciones guarras en brazos de la muerte”, no se ríen de todo. Los Punsetes, los insensibles Punsetes… no se ríen.  Esas imágenes bizarras, ese ritmo fúnebre, esa guitarra tan shoegaze… sólo sirve como caja de resonancia para ilustrar a alguien que no sabe decir como otros “estoy triste”  porque… quién sabe… “¿no puedo estar sin ti?”, “¿me siento vacío?”, “¿me siento sólo?”… No… Los Punsetes nunca dirán esas cosas. Pero en “Maricas” más que provocar dan verdadera lástima porque simplemente quieren morirse. También pueden acompañarte en tu autocomplacencia lastimera si es que has buscado adrede esa canción. Especialmente si tu momento no es el del héroe derrotado, el romántico abandonado de barra de bar. No… para eso ya se han hecho diez mil canciones. Esta muerte de Los Punsetes es una muerte tonta, como ellos dicen, lejos de esa muerte que el poeta de “El lado oscuro del corazón” al menos respeta.
 
“Me parece que sos una muerte de acá…
Medio berreta, medio pelotuda.
Poco profesional…aburrida
No sos una muerte Torera…
Una muerta guerrillera…
Una muerte Formula Uno.
Sos una muerte cola de Jubilados…
Una muerte tristeza de manicomios….
Una muerte monoblock de departamentos….
Una muerte de barrio y programas de televisión
Una muerte mediocre,
Una muerte anónima,
Una muerte cobarde.”


Para caerse con todo el equipo de forma gloriosa como mínimo hay que no ser ridículo y sentirse bien consigo mismo. “Maricas” sólo es pena y pataleo, tristeza infantil y derecho a los últimos quince minutos no de gloria, sino de melodrama patético. A lo mejor les habían dicho que las caídas son gloriosas… que hay un poso de belleza… como en las películas, como en las canciones de Bruce Springsteen, como en las derrotas históricas. Pero las derrotas, los finales, la pena, la tristeza… no saben a belleza, saben mal. Muy mal. “Cautivo y desarmado el ejército rojo” siempre me pareció el comienzo de una poesía. Olía a muerte pero también a heroísmo. “Mamá está equivocada y los libros mienten”… amén.
 
Letra de “Maricas”
 
Quiero morir en una discoteca llena de maricas,
quiero morir bebiendo vino a morro de una barrica,
quiero morir en el preciso instante en que lo diga una chica,
quiero una muerte tonta de esas que nadie se explica.

Y pasaría a formar parte de un ingente colectivo,
gente que ya no trabaja en laborables ni en festivos.
Y olvidaría las cosas que me han hecho daño,
gente que no se controla y se comporta de un modo extraño.

Quiero morir en las garras de un ser omnipotente,
quiero morir con los brazos abiertos de cuerpo presente,
quiero morir en una conferencia frente a un ponente,
quiero cantar canciones guarras en brazos de la muerte.

Se supone que la vida no en tan estridente,
mamá está equivocada y los libros mienten,
mamá está equivocada y los libros mienten,
mamá está equivocada y los libros mienten.

Los Punsetes en Gabba Gabba Hey!

Página oficial de Los Punsetes
 

2 comentarios:

  1. La mejor crítica que he leído de este disco y esa canción. Y créeme, los escucho desde la maqueta rosa y negra.

    Enhorabuena

    @danielcormar

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  2. Buena entrada jejeje,
    tienes algún link del primer LP?

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