"Me dices que sólo perdura el dinero. Me dices que sólo es sincero el sexo roto y no el amor. Te ríes con tu boquita de puta. Amigo, deberías estar en un campo de reeducación." (Pablo Und Destruktion, "Limonov")

31 oct 2012

BINKI SHAPIRO & ADAM GREEN, ‘Here I Am’ ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? (2012).



No, cualquier tiempo no fue mejor. Pero cuando suena una dulce canción francesa, o cuando oyes por ejemplo, “My Girl” de los Temtations, te sientes seguro. Da igual que no lo hayas vivido. Es un refugio que huele a flores, a mar de verano. Si la música es evocación, “Here I Am” recuerda tiempos en que eras más inocente, fueran esos tiempos los que fueran. Los mitificados años 60 estuvieron plagados de cosas nada inocentes, pero el cine de Hollywood, los grandes mitos, los coros de las group girls, la memoria colectiva selectiva los han convertido en un referente. Esta canción es del 2012, pero podría ser parte de la BSO de Dirty Dancing.

28 oct 2012

VETUSTA MORLA, “El Hombre del Saco” ”Puestos a pedir… que alguien baje y llene el saco. Puestos a pedir… Ya no dan abasto.” (2011)



El jueves 25 de octubre de 2012 José Miguel Domingo se ahorcó en su casa de Granada. Una hora después de que su hermano lo encontrara llegaban policías de la Unidad de Prevención y Reacción para proceder al desahucio de su vivienda. Ese mismo día Manuel G., de Valencia, dejaba a su mujer encamada con depresión y después de besar a su hijo se tiraba por el balcón, justo antes de que se procediera al desahucio de su vivienda. Manuel G. por lo visto está con múltiples fracturas y heridas internas pero sobrevivirá. Ambas personas no podían devolver un préstamo concedido a entidades bancarias a las cuales en lo que vamos de año es Estado ha concedido ayudas por valor de casi 90.000 millones de euros. Cada día 520 familias pierden su casa, y se calcula que el 34% de los suicidios tienen relación con la crisis. Ante situaciones como estos hechos objetivos, la respuesta subjetiva de cada uno es diferente; hay quienes se resignan; hay quienes se asustan; otros confían; otros se cabrean; otros reivindican y se organizan; hay quien usa el cinismo como defensa. “El hombre del saco” es una canción sobre todo cínica, y ante lo increíble de lo que está sucediendo, es lo que humanamente me pide el cuerpo. El cabreo y la incomprensión ante toda esta mierda termina por agotar… “Puestos a pedir… que alguien baje y llene el saco. Puestos a pedir… Ya no dan a basto”.

22 oct 2012

THE KILLERS, “Miss Atomic Bomb” ”Vas a echarme de menos cuando me haya ido” (2012)



Lo último de The Killers  quizá era el disco más esperado del año, porque  se han convertido a estas alturas en un fenómeno de masas. Cuando gustas a demasiada gente y de gustos diferentes puedes convertirte en el muñeco del pim pam pum al que acusan de hacer “música comercial”, de ser fáciles, evidentes. De no tener esa capacidad innata que tienen los Bon Iver y compañía de hacer disfrutar sólo a una selecta minoría capacitada para encontrar los matices dentro de ese aparente (muy aparente) aburrimiento). Tras cuatro años mudos, el regreso de The Killers ha sido un éxito maduro. Si con “Day & Age” explotaron su lado bailongo, con regusto thecno-pop incluso glam, alejándolo del sonido rockero de sus inicios, en este “Battle Born” (septiembre, 2012) se nota que no sólo yo me hago mayor. Para unos eso significa que esa épica tan típica de los de Las Vegas se ha convertido en tedio. Para otros eso significa que como el vino bueno, el regusto que te dejan en la boca dura más tiempo aunque no entre a la primera.

18 oct 2012

THE RAVEONETTES, "Till The End", Hasta de las depresiones puede salir algo bueno (2012).

 

Hay momentos de sopor vital que duran una tarde de domingo. El tema que cierra el último disco de The Raveonettes (“Observator”, septiembre 2012) tiene capacidad  de ponerte en movimiento de una bofetada aunque lleves hibernando más tiempo. Es un empujón, un me-voy-a-comer-el-mundo-hasta-con-espinas. Es esa sensación de cuando tenías 18 años y te mirabas al espejo antes de salir el sábado por la noche, en que te decías a ti mismo “hoy la encuentro y le digo algo”. The Raveonettes pueden ser más oscuros que el carbón o más naif que una película de Disney. Pero hace algún tiempo que se han decantado más por lo primero, quizá en consonancia con esta época tan optimista. Sus canciones se mueven en medios tiempos de pop noise melancólico y nostálgico. Pero alguna vez aún saltan chispazos como este, en que quieren creerse el cuento y utilizan la distorsión de sus queridos Jesus and Mary Chain no tanto para crear desasosiego, sino para inyectar adrenalina.