Whip vendría a significar “látigo”, y es un nombre adecuado para quien tiene el poder de mover a cualquiera, sea cual sea su cultural musical. Los zombies de la noche de los garitos más cutres de la ciudad se contonean con lo que les echen en el vaso y en los oídos. Son zombies de locales de garrafón etílico y garrafón musical donde además de envenenar el cuerpo te envenenan el alma con ritmos que van desde el seudoregaeton a la tristemente mítica y trasnochada “Ritmo de la noche”, pasando por algo de rumba cutre y en general “algo” electrónico puesto muy alto y punto. El caso es estar a resguardo del frío de la madrugada para unos, el caso es estar en el ajo, el caso para otros es que ellas están ahí, el caso es no llegar a casa. Pero es una tortura que incluso si vas drogado puede provocarte más que feliz indiferencia un mal viaje de mucho cuidado. Los caballos percherones que nos arrimamos a la barra como torero al burladero cuando de bailar se ha tratado, necesitamos un buen látigo que nos arree para sentirnos realmente bien a las cinco de la mañana entre los zombies; un latigazo de The Whip como “Trash”.
Páginas
▼
8 ene 2013
THE WHIP, “Trash” Hay que distinguir entre la buena y la mala basura (2006).
Whip vendría a significar “látigo”, y es un nombre adecuado para quien tiene el poder de mover a cualquiera, sea cual sea su cultural musical. Los zombies de la noche de los garitos más cutres de la ciudad se contonean con lo que les echen en el vaso y en los oídos. Son zombies de locales de garrafón etílico y garrafón musical donde además de envenenar el cuerpo te envenenan el alma con ritmos que van desde el seudoregaeton a la tristemente mítica y trasnochada “Ritmo de la noche”, pasando por algo de rumba cutre y en general “algo” electrónico puesto muy alto y punto. El caso es estar a resguardo del frío de la madrugada para unos, el caso es estar en el ajo, el caso para otros es que ellas están ahí, el caso es no llegar a casa. Pero es una tortura que incluso si vas drogado puede provocarte más que feliz indiferencia un mal viaje de mucho cuidado. Los caballos percherones que nos arrimamos a la barra como torero al burladero cuando de bailar se ha tratado, necesitamos un buen látigo que nos arree para sentirnos realmente bien a las cinco de la mañana entre los zombies; un latigazo de The Whip como “Trash”.
7 ene 2013
SHARON VAN ETTEN, “Serpents” ”Pensé que me ibas a tomar en serio” (2011).
Es el momento de los buenos propósitos. Uno que debería ser
de obligado cumplimiento es el de no hacer el gilipollas por quien no merezca
la pena; dejar atrás a la persona en cuestión o llevar una ristra de ajos
contra los posibles vampiros que acechen en el camino; seguir adelante arreglando
lo roto que quede dentro; escapar, sobre todo escapar; aprender, sobre todo
aprender. Es un buen deseo para las uvas de nochevieja y si en tiempos de
crisis los Reyes Magos se estiran un poco y regalan una tonelada de fuerza…
todo será más fácil. Pero el primer paso es reconocerlo…como en las reuniones
de Alcohólicos Anónimos. Yo, Sharon Van Etten, hago el gilipollas por alguien
que me hace sufrir. Es un tema universal, pero pocas canciones como “Serpents”
transmiten ese miedo, mala baba y reproches de quien decide bajar del altar al
falso dios; “disfrutas chupando mis
sueños, así que me acostaré con alguien que no seas tú”.
5 ene 2013
MOMENTO MUSICAL 2012; concierto de EXTREMODURO en el BEC (20-10-2012)
Lo bueno de ser un blog humilde es que no sientes obligaciones. Sacas el último
tu particular lista de mejores discos del año 2012, actualizas cuando te da por
ahí, y te saltas algunas veces la norma básica de tu propio blog que es de
canciones, no de discos, de reseñas de conciertos, de grandes clásicos
navideños, etc, etc. Pero una vez al año no hace daño, y no puedo musicalmente
pensar en el 2013 si antes no dejo constancia del “momento musical del año”… ¡¡tachán!!
Y como este año no han resucitado los Beatles o milagros semejantes, no habrá cuórum
acerca de cuál ha sido ese momentazo que diría aquel. Por lo tanto, de nuevo
será personal e intransferible, y me alegro mucho porque cada uno haya tenido
grandes momentos musicales del año, asociados a un disco, una canción, un
concierto, un festival, aprendiendo a tocar su primera canción con la guitarra,
cantando en un karaoke borracho o viendo al niño en la escuela encima de un
escenario. Pero el momento musical del año para Gabba Gabba Hey! se produjo el 20
de octubre en el Bilbao Exhibition Centre. Incumpliendo mis propias normas una
vez más, posteo el comentario que hice (hasta me dio por comentar) en Hipersónica
(“Extremoduro en concierto en el BEC; a un paso de ser Dios”). Y puesto que
elegir el momento musical del año es lo más subjetivo que puede haber… mi
comentario no era una opinión ni una crónica músical, sino una crónica
sentimental de tres horas de concierto con otras 16.000 personas.